¿Tenemos demasiadas cosas? Practicando slow marketing en el tener: el minimalismo

En slow marketing llevamos tiempo reflexionando sobre la cantidad de cosas que acumulamos: en la oficina, en nuestras casas, en nuestras vidas… ¿De verdad son necesarias? o al final únicamente nos quitan espacio ¡y hasta nos estresan!
Hace tiempo un profesor de diseño gráfico, llamado Jose Oyarzábal, me enseñó una frase que me ha acompañado a lo largo de mi vida laboral: «menos es más». Siempre me acuerdo de él ante una composición y, muchas veces, elimino elementos. Es uno de los mejores consejos que me han dado en la vida.
Y en esto consiste el minimalismo, una tendencia que vuelve a estar de moda pero no sólo en el arte, también en la vida: contra la abundancia inconsciente y -a veces- insultante que nos rodea, nos trae la reflexión de elegir lo esencial, de quedarnos con lo imprescindible.
Un modo de volver a organizarnos y a replantearnos las cosas que nos encanta, porque es muy slow, está muy en la filosofía slow marketing.
Minimalismo: elijamos lo imprescindible, lo esencial, lo importante
Te hacemos partícipe de esas preguntas que nosotros nos hemos hecho. Estas son algunas de las elegidas, así… a modo de mero ejemplo, pero podríamos hacernos muchas más:
- ¿Cuántos vaqueros tienes?: ¿y cuántos te pones realmente?
- ¿Cuántos libros hay en tus estanterías?: ¿los vas a volver a leer todos?, ¿dispones de tiempo para ello?
- ¿Cuantos cuadernos, bolígrafos, post it, papeles antiguos, clips, rotuladores y demás… acumulas en tu oficina?
- ¿Cuántas cremas, sombras de ojos, maquillajes, perfumes, champús y otros potingues… se amontonan en tu cuarto de baño?
Tenemos tendencia a acumular, en todo…
Sí, acumulamos objetos, imágenes en Instagram, publicaciones en Facebook, libros en el ebook, canciones en iTunes… tenemos más interés en atrapar los momentos -bueno, en intentarlo- que en disfrutarlos, en mostrarlos que en vivirlos… en la cantidad, más que en la calidad.
Almacenamos objetos, cosas tangibles y también elementos intangibles: ideas, pensamientos, juicios… Llegan y ahí se quedan, sin que hagamos nada por poder cambiarlos de sitio, sacudirles el polvo, sacarlos de nuestras vidas…
5 Consejos slow marketing para practicar el minimalismo
Vamos a ver varias maneras de practicar el slow en el tener. Hay 3 definiciones esenciales en todo esto, que representan 3 métodos complementarios e imprescindibles para la mejora de nuestra vida y de nuestro mundo, se trata de:
- Reciclar: transformar materiales ya usados para que puedan volver a ser utilizados.
- Reutilizar: se trata de utilizar nuevamente elementos usados, normalmente con un fin diferente al anterior.
- Reducir: simplificar en lo que consumimos y en lo que compramos, para acumular y desperdiciar menos.
Desde ellos, que siempre debemos tener presentes, os traemos 5 consejos sobre qué podemos hacer con todo eso que amontonamos:
- Existen numerosas plataformas online que nos permiten vender todo eso que tenemos en casa: desde el robot masajeador que nunca utilizaste hasta la sofisticada máquina de entrenamiento que iba a convertir tus abdominales en acero de barco. También esos zapatos, camisetas, vestidos… que compraste y no te pusiste o que ya no te gustan. ¡Libera tu armario y consigue dinero extra! Os dejamos un ranking con las mejores plataformas online para vender cosas de segunda mano.
- Libros liberados o Bookcrossing -en inglés-. Este es un concepto que nos encanta, se trata de dejar esos libros que ya no vas a volver a leer en sitios públicos: bancos, parques, estaciones de tren… De esa manera otros podrán disfrutar de ellos. Así puedes ofrecer tus libros a otras personas, mucho más útil que que estén abarrotando tus estanterías ¿no? La única «norma» de alguien que encuentra estos libros es volver a dejarlos libres una vez leídos.
- Armarios con espacio. Hoy en día han profilerado las tiendas de ropa de segunda mano, así que además puedes ganar algo de dinero extra a la vez que despejas tus roperos. También hay ONG que recogen ropa, como Madre Coraje, que nos ofrece contenedores para depositarla.
- Papel que nos invade. En mi caso, he guardado -y aún sigo cayendo en ello, en ocasiones- mucho papel a lo largo de mi vida: apuntes, cuadernos, documentos… Aquí nuestro consejo es optar por el reciclaje: ¡a por el contenedor azul!
- Reduce tu consumo. Una vez que consigas liberar esta aglomeración de cosas que te rodean, lo ideal es reducir el consumo. ¡Nosotros ya lo estamos practicando! Sólo compra y reént lo necesario.
¿Y tú, qué haces para reciclar, reutilizar y y reducir? ¿Te unes a nuestra filosofía de incorporar el minimalismo en nuestras vidas?